Llegó a alcanzar los 1.729 puntos, el máximo desde febrero, hasta cerrar en 1.639, más alto que en las jornadas previas debido a la crisis financiera internacional.
Ministro Luis Caputo.
El Gobierno Nacional minimizó este lunes el impacto en la Argentina de la crisis financiera internacional con la que arrancó la semana, al señalar que “tenemos claro donde está nuestra tranquilidad: en las cuentas públicas y que la inflación está bajando”.
Así se expresó el vocero presidencial Manuel Adorni, quien dijo que “no nos es ajeno lo que está pasando. Siempre miramos este tipo de eventos, pero tenemos claro lo que estamos haciendo y nada afectará nuestro camino”, subrayó.
Sin embargo, lo cierto es que el derrumbe de los mercados internacionales que comenzó el viernes y se profundizó durante esta jornada, tiene efectos concretos sobre la economía y las finanzas argentinas.
El llamado “lunes negro” arrastró a la baja a los activos argentinos, con caída de las acciones y de los bonos nacionales, y un fuerte salto del Riesgo País, que trepó hasta alcanzar los 1.729 puntos, el máximo desde febrero, cerrando la jornada en 1.639 puntos.
La suba del Riesgo País, vale recordar, complica las esperanzas de Javier Milei y el ministro Luis Caputo de conseguir financiamiento internacional, que se encarece a partir de ese índice que elabora cotidianamente JP Morgan.
Qué es el Riesgo País
El Riesgo País es un indicador que tiene como función precisar qué tasa de interés se debe pagar al emitir deuda en el exterior, abarcando tanto al sector público como al privado (gobiernos nacionales, provinciales y municipales y empresas privadas de cualquier rubro).
Este índice precisa cuánto más de interés deben pagar los títulos de deuda pertenecientes a un país por encima de lo que rinden los bonos del Tesoro de los Estados Unidos.
Siendo alto y debido a la elevada tasa de interés que le corresponde en dólares, implica alta dificultad para tomar deuda en el exterior, lo cual en muchos casos es necesario para financiar proyectos e impulsar el crecimiento o afrontar crisis.
Además de catalogar a un país como posible incumplidor en sus obligaciones financieras, puede influir también negativamente en la llegada de futuras inversiones extranjeras al país.