Fue pasadas las 23.30, cuando faltaba algo más de media hora para el final de la emisión. La diva estaba realizando una PNT (Publicidad No Tradicional) de una marca de alimento balanceado, y la producción le alcanzó a un perro para que lo muestre en cámara mientras la hacía.
«Es una belleza ¿Qué raza es?», preguntaba la conductora, cuando mientras le contestaban que «un russian toy» comenzó a sentir un fuerte olor, que hasta ese momento no se sabía de dónde venía.
«Ah, fue ahí. Ay, bueno, mi amor», agregó al notar que había excremento en una cuchita que le habían preparado al animal. «Yo sentía un olor espantoso», advirtió.
Entonces, se dio cuenta de que el perro aún tenía restos en su cola. «Ay, no, ¡la tiene ahí! ¡Ay, ay!», comenzó a gritar la diva, totalmente desencajada. «Ay, no me muero. ¡Te juro que me muero! ¡Con razón!«, siguió, sin bajar el tono.
«No, no. ¡Te lo pido, vengan, traigan alcohol!», solicitó a los «susanos», quienes rápidamente consiguieron pañuelos descartables y comenzaron a limpiarla. «¡Nunca me imaginé!», continuó gritando la diva. Y al mirar su ropa, cerró con un «¡ay, sí, acá tengo!«.
¡Un momento desopilante!