Desde este mediodía se vive una jornada de tensión en las afueras del Congreso. Manifestantes encapuchados derribaron hoy parte de las vallas que rodean la plaza y lanzaron piedras, palos, bombas de estruendo y botellas contra los policías que rodean el Parlamento.
Desde la Confederación General de Trabajadores (CGT) emitieron un comunicado en el cual repudiaron la actitud de los manifestantes y afirmaron que no comparten la violencia «como forma de protesta».
«La violencia de los grupos radicalizados impiden que los trabajadores organizados, jubilados y ciudadanos, descontentos con el proyecto de ley en tratamiento, pudierar expresar libre y pacíficamente su oposición», agregaron.
FUENTE: LA NACION