El Fondo Monetario Internacional (FMI) anunció este lunes la aprobación del tercer desembolso del programa financiero acordado con el Gobierno nacional, por u$s 10.870 millones. La medida se dio a conocer a través de un comunicado, luego de la revisión de los acuerdos iniciada en febrero por parte de la delegación encabezada por Roberto Cardarelli. Los representantes del organismo internacional mantuvieron, en ese marco, conversaciones sobre el acuerdo Stand- By y evaluaron además la situación del país.
En ese sentido, Cardarelli sostuvo: “El personal del FMI y las autoridades argentinas han llegado a un acuerdo sobre la tercera revisión del programa económico respaldado por el Acuerdo Stand-By”. Si bien está sujeto a la aprobación del Directorio Ejecutivo, el representante de la entidad elogió los esfuerzos de las autoridades, así como “la firme determinación de abordar los desequilibrios macroeconómicos y promover su plan de estabilización económica”.
Por otra parte, el informe señala que “los altos déficits fiscales y externos, los dos desequilibrios al centro de la crisis financiera de 2018, se encuentran en medio de una corrección significativa”. “La actividad económica ha sido débil, pero hay buenas perspectivas para una recuperación gradual”, indica.
A su vez, la comisión se refirió a la inflación mensual y reconoció que “sigue siendo alta”. “Romper la inercia inflacionaria será un proceso largo que requerirá persistencia y coherencia en el enfoque cauteloso del Banco Central para la fijación de objetivos de base monetaria”, destacó Cardarelli.
En esa línea, sostuvo que el personal técnico del FMI “da la bienvenida a la decisión de las autoridades de extender el crecimiento monetario de base cero hasta noviembre y de disminuir el ritmo al que aumentarán los límites de la zona de no intervención. Esta restricción del marco monetario contribuirá a reducir la inflación y a volver a anclar las expectativas de inflación”.
De esta forma, desde el FMI observaron que las autoridades cumplieron con los objetivos de déficit primario de 2018, “demostrando determinación en la eliminación de la vulnerabilidad asociada con el desequilibrio fiscal de Argentina”. “Lograr un déficit primario cero en 2019 requerirá una mayor restricción en el gasto gubernamental. Estos esfuerzos colocarán a la deuda de Argentina en relación al PIB en un camino decisivo a la baja. Será fundamental que los programas de gasto social de alto impacto se conserven durante este año y más allá”, anticiparon desde el organismo.
El análisis reconoció el impacto de la débil actividad económica y la alta inflación, pero fue optimista sobre la evolución del país: “Apoyamos firmemente los esfuerzos de las autoridades para mitigar el impacto social de las políticas de estabilización necesarias, incluso a través de aumentos recientemente anunciados en el gasto social (que se ajustarán al programa a través de un aumento en el gasto de asistencia social de 0,2% a 0,3% de PIB)”, dijo el funcionario del FMI.
En este sentido, resaltaron la importancia de atenerse al plan de estabilización del Gobierno, “esencial para consolidar el retorno de la Argentina a la estabilidad macroeconómica, a la reducción de la inflación y para sentar las bases de un crecimiento sólido, equitativo y sostenible”. “También será necesario un nuevo impulso de reformas del lado de la oferta para consolidar los logros ya alcanzados por el gobierno y garantizar una mejora sostenida en los estándares de vida de todos los ciudadanos de Argentina”, completaron.