El fiscal federal de Córdoba Gustavo Vidal Lascano imputó por supuesta defraudación y lavado de activos a seis integrantes del sindicato de Luz y Fuerza, cuyo titular es el actual secretario Gabriel Suárez. No habrá de momento detenidos porque el fiscal accedió a la eximición de prisión.
En el mes de septiembre, Mario Villar y Laura Roteta, cotitulares de la Procuraduría de Criminalidad Económica y Lavado de Activos (Procelac), impulsaron la denuncia. La presentación se origina en un informe de la Unidad de Información Financiera (UIF) y plantea que desde 2010 hasta la actualidad hubo operaciones destinadas «a distraer fondos» del sindicato Luz y Fuerza local.
Entre los hechos aparece, por ejemplo, haber puesto «en circulación bienes de origen ilícito» (por ejemplo, a uno de los denunciados se le adjudica una compra millonaria de fichas en casinos) y el haber librado cheques contra las cuentas del sindicato que, a partir de sus endosos, terminaron en manos de personas «de confianza» de Luz y Fuerza, pero que tenían «inconsistencias con el fisco» o directamente no tenían actividad.
Según manifiestan en Procelac, el gremio contaba con la colaboración de conocidos de los dirigentes del sindicato, que es donde se desviaban los fondos procedentes de la Organización. El el cuerpo de la denuncia, se señala que también había movimientos en la cuenta bancaria del gremio cuya trazabilidad no pudo ser determinada.
El expediente menciona la actividad que desarrollaban los denunciados que no se condice con su nivel de ingresos, donde se destacan salidas o viajes frecuentes al exterior.
Otro de los mencionados en la denuncia es un conocido del Casino de la Ciudad de Alta Gracia, Jorge Molina Herrera, Secretario adjunto del gremio, quien habría adquirido fichas para el juego de paño por mas de 13,5 millones de pesos. Las fichas eran posteriormente entregadas a terceros que realizaban las tarea de cobranzas. No han sido pocos los vecinos de la ciudad del Tajamar, (que frecuentan la sala de juego local) que veían como Herrera, apostaba «fuerte» en las mesas durante las tres o cuatro veces a la semana en que visitaba el Casino. Apostadores locales han manifestado incluso inversiones de juego superiores al cuarto de millón de pesos por noche.
De acuerdo con Procelac, Molina Herrera ingresaba a los casinos con fichas y/o dinero y se retiraba con fichas pero sin pasar por las cajas públicas. Los ingresos de Molina provenientes de Epec “no guardarían relación con los significativos movimientos de fondos operados en casinos”.