Como si no se hubieran tenido en cuenta un índice de prioridades, como si efectivamente hubiera sido y en estos tiempos necesario; como el capricho de alguien que necesita e intenta demostrar un pseudo poder y zapatee quien zapatee, se decidió ir con las obras de la Plaza Mitre.
La ciudad, claro que carece de otras necesidades antes que la promocionada plaza, como calles llenas de baches, falta de luminaria, nomenclatura, yuyos como si los sembraran, falta de asfalto, barrios que NO tienen agua, semaforización, controles, falta de insumos (dicho por los trabajadores) en dispensarios, falta de ART a los trabajadores Municipales, por enumerar algunos de reclamos que hacen los vecinos a los medios locales (los que escuchan y toman los reclamos, no los rentados que suelen reseñar que vivimos en el País de las Maravillas).
No necesariamente hay que ser un oyente, lector o televidente reclamante, solo basta con vivir e intentarlo en la ciudad. NO ha sido un año fácil para nadie el que pasó y este ya pinta que será igualito o peor. Los municipios están boqueando y se las ingenian con lo que ingresa para poder llegar al fin de mes, cubrir costos operativos, pagar los sueldos de los empleados de carrera y contratados (incluso los cargos políticos), atender al los proveedores y patear hasta donde lo permitan, las deudas para no quebrar, romperse… un equilibrio muy delicado de mantener, en una cuerda muy delgada de transitar. Pero nos empecinamos con La Plaza Mitre!!.
Nunca se le dio pelota a ese espacio, solo algunos privados, como la fundación de una escuela que le puso el gimnasio, el Colectivo Paravachasca por la Memoria que realizó las HOY destruidas intervenciones, los rockeros que con un «ampli» se sacan las ganas, las chicas que hacen zumba, los flacos de las bicis «voladoras», los que se comen el «pancho» en las tardes noches, los chicos de los «contraturnos» del secundario que se comen el «sanguche» ahí antes de entrar de nuevo al cole, los «embarbijados» que le dan dos o tres vuelta caminando, «porque estoy tullido» -se les escucha decir a los abuelos-, los que nos sentamos en el «pastito» mientras nuestras chicos corretean, los que se adueñan de los bancos mientras se estampan a besos, los que estacionan los autos bajo la sombra de los arboles que quedaron, los que soñaron con grandes fiestas populares, como el Luis Luque o los que fueron candidatos a algo y con un parlante y micrófono, mintieron como todos, que ellos eran «lo mejor para la ciudad»… y justo ahora, un espacio más vivo que el Mismo Virus del Covid tuvo que ser la prioridad?…
El sentido de la oportunidad, -permítame que le diga, son esas cinco palabras que están en negritas (Un articulo, un sustantivo, una preposición, otro artículo y un sustantivo abstracto)- es algo de lo que evidentemente se carece por lo que a simple viste se ve… pero se podría «safar» si no se fuese tan porfiado, a tal punto de llegar a lo que se llegó en la víspera… pintar y borrar las intervenciones en los muros (no hablamos de la tala de los árboles ni de quien tuvo el «buen gusto» para lo pisos interiores). Las explicaciones dadas sobre lo ultimo ocurrido «sobre el estado en el que se encontraban los muros pintados«, nos obliga a pesar, ¿Qué hubiera pasado, si las paredes del anfiteatro de la plaza Mitre, hubieran sido los Frescos de la la Capilla Sixtina?… Daleeee Pepeeee…pintá que ya los van hacer de nuevo!!!. Espeluznante .